Seguro que nadie podía imaginarse, durante las décadas de los 80 y 90, que en el año 2018 tendríamos un avance tecnológico e informático del tamaño del que tenemos en estos instantes. La manera de trabajar, de encontrar información para nuestro uso e interés personal, la manera de comunicarnos… son cuestiones que han multiplicado por mucho su velocidad y han reducido de un modo increíble la cantidad de dificultades que podíamos encontrar en el camino a la hora de realizar cualquier trámite en nuestras vidas.
Se trata de avances que, además, se han producido en un periodo de tiempo increíble. La tecnología y la informática tienen la particularidad de que avanzan cada vez más rápido a medida que pasa el tiempo y podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que en los últimos 10 años se ha avanzado mucho más que en los 50 anteriores. La pregunta que muchos se hacen en la actualidad es si dichas disciplinas seguirán trayendo novedades hasta nuestra sociedad en el futuro a esta velocidad. Una velocidad que es de auténtica locura.
Un pequeño artículo publicado en el blog Impinfac el año pasado se preguntaba si la sociedad actual, tan acostumbrada como está a las nuevas tecnologías y a las facilidades que conlleva para el trabajo, sería capaz de vivir sin informática o sin tecnología a día de hoy. Es una pregunta muy interesante. Y lo cierto es que la respuesta sería bastante más cercana al “no” que al “sí”. Después de todos los avances producidos en los últimos tiempos, no tener informática sería un retroceso brutal.
La informática y la tecnología han sido aspectos que las empresas han utilizado para un sinfín de asuntos. De ahí se desprenden datos que reflejan la dependencia (no se le puede denominar de otra manera) que tienen dichas empresas de los ordenadores. Datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística en una encuesta sobre el uso de las Tecnologías de Información y las Comunicaciones (TIC) y del comercio electrónico en las empresas. En esa encuesta sale que el 98’4% de las empresas de más de 10 empleados dispone de conexión a Internet, que 8 de cada 10 disponen de una página web, que casi el 83% dispone de banda ancha móvil, que el 91’3% interactuó con las administraciones públicas a través de Internet, que 1 de cada 3 realizó compras por Internet y que 1 de cada 5 realizó ventas por Internet, todo ello durante el año 2015.
Estos datos reflejan a las claras la importancia que ha adquirido la tecnología y la informática en el mundo de la empresa en los últimos tiempos. Pero esos ámbitos no son importantes para las entidades sólo por lo que acabamos de comentar, sino que lo son por una de las posibilidades gracias a las cuales las empresas de hoy más pueden crecer: la publicidad digital o el marketing online.
La publicidad digital y el marketing online han permitido crecer a las empresas de la actualidad de un modo sustancial. Las páginas web de búsqueda de trabajo están repletas de ofertas de trabajo en estos ámbitos. Las empresas necesitan a verdaderos especialistas en estas cuestiones debido a que manejar esta clase de asuntos es elemental para el correcto desarrollo y crecimiento de una entidad. Las empresas se han dado cuenta de ello y por eso han decidido redoblar sus esfuerzos en asuntos como de los que venimos hablando. Es la conclusión de E-Ingenia, una de las entidades especialistas en esta clase de avances.
El posicionamiento SEO, otro valor fundamental
Hemos hablado de publicidad y de marketing como dos aspectos clave en el crecimiento de la empresa. Pero la publicidad y el marketing no funcionan en absoluto si no van de la mano de un tercer elemento que les hace visibles para el público objetivo que se desea conseguir: el posicionamiento SEO, un aspecto que es tan necesario que sin él se derrumba toda la estrategia de crecimiento de la entidad. Tan simple y tan sencillo como esto.
Nadie sabe hasta dónde puede llegar la informática o la tecnología. La verdad es que su poder es tal que ya ha habido quien ha mostrado su preocupación al respecto. Por lo pronto, su contribución al desarrollo empresarial en una gran variedad de países es excepcional, lo cual es un avance considerable para una sociedad que todavía está sufriendo los últimos coletazos de la crisis económica y que quiere superarla por completo.
