La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo ha advertido, estudiará loso posibles riesgos para la salud del consumo de agua enbotellada, ya que esta podría contener microplásticos, y la ingesta de estos, podrías ser peligrosa. Y es que en los últimos tiempos se han hecho numerosas investigaciones al respecto y la mayoría insisten en lo mismo, existe un potencial riesgo de intoxicación.
El motivo de tan investigación es que la organización periodística Orb Media encontró partículas de plástico en las principales marcas de agua embotellada, que se podrían filtrar durante el proceso de envasado, si bien es cierto que la BBC ha explicado que «no hay evidencia de que los microplásticos puedan perjudicar a la salud, la OMS quiere evaluar los datos«, explica la BBC.
Para este estudio se analizaron 250 botellas y estuvo dirigido por la investigadora Universidad de Nueva York, Sherri Mason. El estudio se realizó en varios países: Brasil, China, India, Indonesia, Kenia, Líbano, México, Tailandia y Estados Unidos. Entre los restos de plástico encontrados había propileno, nylon y tereftalato de polietileno, que es empleado en la fabricación de los tapones y se encontraron en las siguientes marcas: Aqua, Aquafina, Dasani, Evian, Nestle Pure Life y San Pellegrino.
Los investigadores han dado la voz de alarma
El coordinador global de agua y sanidad de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Bruce Gordon , explica que el problema de este hallazgo es conocer los efectos que la ingesta de nicroplásticos podría tener en la salud de los individuos: «Cuando pensamos en la composición del plástico, debemos pensar en los componentes dañinos que pueden constituirlo, que es lo que realmente puede tener efectos sobre el cuerpo, aunque de momento no hay una investigación que nos lo cuente», afirmó en su momento a la BBC. Y continua, «Normalmente tenemos un límite de ‘seguridad’, pero para definirlo tenemos que entender si ese tipo de cosas son peligrosas, y si son peligrosas en la cantidad en la que se concentra en el agua». Aquí es donde está la clave de todo esto.
Pero la OMS, no quiere que la gente se asuste sin motivo porque los restos de microplásticos se encontraron en países en los que existe una elevada probabilidad de contaminación del agua, debido a las aguas residuales.
Sherry Mason asegura que «estos microplásticos vienen de los procesos de embotellamiento, y que la mayor parte proviene de la misma botella, de su tapón y del proceso industrial de embotellamiento». Y según ha revelado su estudio, «el agua en botellas de vidrio también contenía microplásticos». Por ahora no se sabe si existe o no, y en que medida riesgo para la salud de los seres humanos.
Según los últimos estudios, «no es probable que los microplásticos de más de 150 micrómetros sean absorbidos en el cuerpo humano y se espera que la entrada de partículas más pequeñas sea limitada». «Sin embargo», afirma la OMS, «la absorción de partículas microplásticas muy pequeñas, incluso en el rango de tamaño nano, puede ser mayor, aunque los datos son extremadamente limitados».
Por otros lado creen que los humanos consumen desde hace décadas estos microplásticos “sin que existan indicaciones de efectos adversos sobre la salud”.
La OMS asegura que si las investigaciones están bien diseñadas permitirían “comprender mejor de dónde proceden los microplásticos que se detectan en el agua potable, además de la eficacia de diferentes procesos de tratamiento».
Julio Barea, responsable de la campaña de plásticos de Greenpeace, afirma que la falta de datos es preocupante «Nosotros llevamos años pidiendo más estudios y nos alegramos de que instituciones de este tipo den la voz de alarma», asegura. El problema más grave de la existencia de estos en el agua embotellada es que puedan de los microplásticos, es que puedan adherirse otros contaminantes y químicos. Por ejemplo, el bisfenol A, un compuesto químico muy utilizado en la fabricación de plásticos es un «disruptor endocino». «Ya sabemos que hay que eliminarlo y se ha prohibido en los biberones, pero continua utilizándose en otros muchos envases», declara. Estas sustancias pueden alterar el sistema hormonal y provocar disfunciones en el mismo, y provocar cáncer y otras enfermedades en el aparato reproductor, trastornos metabólicos o cardiovasculares, entre otros problemas.
Cada vez son más las empresas conscientes del problema del plástico, que no afecta solo a las botella de agua. En el océano existe una gran isla de plástico de toda la porquería que tiramos. Por ellos, desde Bio Plásticos Genil, trabajan día a día para satisfacer las necesidades de una clientela cada vez más comprometida con el medioambiente, y por eso, cuenta entre su amplia gama de productos, con bolsas compostables y biodegradables, más ecológicas que las convencionales y a muy buen precio.