La depresión es un trastorno del estado de ánimo que afecta a 121 millones de personas a nivel mundial, de las cuales, menos de un 25% tienen acceso a tratamiento.
Este trastorno puede provocar una variedad de problemas emocionales y físicos. La persona que padece esta enfermedad no tienes ganas de hacer planes ni de vivir.
Esta enfermedad necesita un tratamiento que viene dado por un psicólogo, pero para recibir un diagnóstico los síntomas deben estar presentes la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que «la depresión es distinta de los cambios habituales del estado de ánimo y los sentimientos sobre el día a día. Puede afectar a todos los ámbitos de la vida, incluidas las relaciones familiares, de amistad y las comunitarias».
«Es uno de los problemas más frecuentes en terapia y que puede afectar a cualquier persona», informa Paloma Rey, psicóloga general sanitaria. «Puede llegar sin avisar y sin que exista una causa concreta», afirma.
Los síntomas de la depresión son:
–Irritabilidad: La persona empieza a mostrarse más irritable y enfadarse con más frecuencia.
–Aislamiento social: Evitar realizar planes sociales, argumentando estar muy ocupada o no tener tiempo.
–Olvidos: La persona con esta enfermedad empieza a olvidar cosas de su vida diaria repentinamente.
–Distracción: Está muy distraída y se queda callada en las conversaciones.
–Menos efectividad: Necesita más tiempo para desempeñar las tareas.
–Facilidad para el llanto: Sin motivo puede recurrir al llanto.
Tipos de depresión
Dependiendo de sus síntomas, hay dos tipos principales:
Trastorno depresivo recurrente
En este tipo de depresión se produce un estado de ánimo deprimido, disminución de energía, alteraciones en el sueño y en el apetito, baja autoestima, dificultades de concentración, pérdida de interés y de la capacidad de disfrutar.
Trastorno afectivo bipolar
Las personas que sufren un trastorno afectivo bipolar suelen sufrir episodios maníacos y depresivos. Los síntomas son: un estado de ánimo elevado, eufórico o irritable, hiperactividad, autoestima excesiva y una disminución de la necesidad de dormir.
«Es imprescindible distinguir la tristeza de la depresión, que aunque van de la mano son totalmente distintas. Hablamos de una emoción por un lado y de un trastorno de salud mental severo por otro”, explica el Dr. Francisco Ferre Navarrete, jefe del Servicio de Psiquiatría de Adultos y codirector del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid).
La psicóloga clínica Anushik Harutyunyan afirma que «por ejemplo, ante una pérdida o un fracaso podemos estar tristes durante varios meses sin que esto interfiera de forma notable en nuestra vida cotidiana. Cada persona necesita su tiempo para aceptar la situación y gestionar la tristeza. Sin embargo, si tras una cambio o una pérdida la persona tiene un ánimo depresivo muy fuerte que ha cambiado totalmente su forma de interactuar con los demás y ha interferido de forma notable en su rutina habitual, es el momento de buscar ayuda psicológica y/o psiquiátrica para determinar si se trata de algún tipo de trastorno depresivo u otros trastornos del estado de ánimo”.
Requisitos para solicitar la baja laboral por depresión
El requisito para obtener la baja por depresión es que un especialista diagnostique la enfermedad. Para obtener la baja laboral por depresión el trabajador debe cumplir estos dos requisitos:
-Estar dado de alta en el Régimen General de la Seguridad Social (RGSS).
-En el caso de los trabajadores por cuenta propia afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), es muy importante que estén al día en el pago de sus cotizaciones sociales.
-Haber cotizado, al menos, 180 días dentro de los últimos 5 años, pero si el origen de la depresión se debe a contingencias profesionales, este requisito no es necesario.
Los profesionales de Asesoría Arjona explican que el tiempo máximo de baja por depresión es de 12 meses pero si el empleado todavía no está recuperado, el médico de la mutua puede extender la baja laboral durante otros 6 meses adicionales.
Una vez transcurridos esos 12 o 18 meses, el especialista tendrá que remitir al trabajador al Tribunal Médico. La inspección médica por baja laboral es la responsable de acreditar o no la incapacidad permanente.
Mientras el trabajador está de baja por depresión puede viajar, hacer deporte y salir con amigos. Sin embargo, no puede realizar exámenes, ya que las oposiciones públicas no admiten candidatos que se encuentran dados de baja por depresión.
Tampoco puede ejercer otra actividad económica, porque la empresa podría despedir al empleado. Para resolver cualquier duda lo mejor es ponerse en contacto con un abogado laboralista.