Si alguna vez has estado en los Juzgados, además de haberlos visto saturado, es probable que en el edificio en el que estén situados los juzgados, hayas visto los expedientes en cajas distribuidos a lo largo del pasillo, lo que supone un peligro y además una vulneración contra la protección de datos, porque cualquier persona con mala idea puede coger y leer los expedientes hasta que alguien se de cuenta.
Este es solo un ejemplo del desorden (en este caso por falta de espacio) que puede haber en una oficina, en este caso judicial y por tanto pública. Pero la realidad es que hay oficinas de empresas que igualmente están desorganizadas hasta puntos exagerados, aunque no suele ser la tónica habitual.
Las empresas normalmente intentan controlar los gastos cuando empiezan su andadura en el mundo empresarial. Y es por ello que muchos jefes se dedican una vez a la semana a limpiar con el fin de no gastar dinero en una empresa de limpieza. No es criticable, pues al fin y al cabo es una solución digna, pero tiene que ser temporal.
Tan pronto como se pueda debe contratarse a una empresa de limpieza para poder centrarse en lo que más importa, la llevanza del negocio. Solo de esta manera conseguiremos sacar beneficio a nuestro trabajo, ya que estaremos enfocados al cien por cien en el triunfo del proyecto.
En el artículo de hoy vamos a hablar de dos puntos esenciales en la limpieza de toda oficina, que deben ser cumplidos a la perfección. Además no tienes que olvidar que la primera impresión es la que cuenta, y si un cliente va a tu oficina y ve polvo en los escritorios, basura fuera de las bolsas, o un suelo con manchas, no tendrá la mejor de las opiniones.
Los dos puntos a los que prestar atención
Un espacio aseado incentiva en cualquier compañía un ambiente de cordialidad y las buenas costumbres entre los empleados, los clientes y los proveedores. Para lograr que todas las áreas se mantengan aptas para su buen funcionamiento es importante generar buenos hábitos entre los trabajadores, así como contar con un plan maestro que permita eliminar cualquier riesgo de contaminación y suciedad en las empresas.
Generalmente, las cosas comienzan a salirse de control cuando hay desórdenes o debido a la carencia de una cultura orientada a la limpieza. Los espacios sucios con materiales acumulados son una señal de que algo falla a la hora de ejecutar los planes de mantenimiento. Por lo tanto las empresas tienen que externalizar la limpieza, contratando a una empresa con dos objetivos.
En primer lugar, eliminar los desperdicios. La aparición de desechos y desperdicios pueden generar problemas de salud entre el personal, a la vez que deterioran los equipos industriales. La falta de orden y de limpieza puede poner en peligro la integridad de los trabajadores y los bienes patrimoniales de las compañías.
Uno de los primeros síntomas de que algo está fallando en la empresa es cuando los pasillos comienzan a ser utilizados como si de un almacén se tratara. Cuando eso ocurre, no es extraño que empiece a acumularse el polvo o los desperdicios en el mobiliario, así como la aparición de insectos o roedores, que se alimentan de los restos de comida que se van acumulando en las diferentes áreas de trabajo. Además, los accidentes laborales suelen producirse por caídas o golpes ocurridos como consecuencia de las áreas desordenadas o sucias. Algunos otros ejemplos también incluyen suelos resbaladizos y la colocación de materiales fuera de su lugar habitual.
En segundo lugar, hay que establecer un programa de limpieza. Al tratarse de una labor en equipo, los programas de limpieza deben planificarse para que se extiendan a lo largo del tiempo. Es preciso señalar que mantener un lugar en condiciones óptimas no es una tarea de un día. Todo lo que se desarrolle debe formar parte de la cultura empresarial. La clave está en la constancia. Al menor descuido es posible que comiencen a aparecer los síntomas de la falta de coordinación y la dejadez. Es decir, hay que adoptar una actitud permanente con el mantenimiento adecuado del ambiente de trabajo.
Por último, y como requisito fundamental, tienes que tener plena confianza en la empresa de limpieza. Y para ello hay que contratar a profesionales del sector, como Servinet, una empresa que cuenta con un gran nivel de mecanización, materiales homologados, formación continuada de todo el personal, adecuación de los recursos en función de las necesidades y un sistema de trabajo metódico y programado que les permite ofrecer niveles de limpieza óptimos y de alta calidad.