Algunas zonas de nuestro país han sido conocidas de manera tradicional por sus Altos Hornos. Es el caso de, por ejemplo, una provincia como la de Vizcaya, que desde que la industrialización llegara a España ha tenido en el sector uno de sus principales sectores de actividad. Aunque es cierto que nuestro país no ha sido una potencia en la fabricación de acero o hierro, existen zonas en las que la dependencia de este tipo de labores ha sido bastante grande. Y Vizcaya y el País Vasco en general ha sido un buen ejemplo de ello.
El paso de los años y las décadas y, sobre todo, la llegada de la crisis económica en el año 2008 dejó al sector en un momento muy delicado, con cada vez más personas marchándose al paro y con un futuro que no era para nada esperanzador. Los empleados y empleadas veían en la llegada de las máquinas y en la reducción de los beneficios unas amenazas demasiado grandes como para mantener la autoestima y el optimismo.
Sin embargo, el sector parece que ha comenzado a despegar de nuevo, una buena noticia tanto para esa zona para la que el sector ha sido tan importante y para España en general, que de manera conjunta parece que va encontrando una salida a la situación económica tan grave y tan agobiante que nos ha acompañado en la última década. En lo que al sector de la producción del hierro y del acero se refiere, los datos lo dejan bien claro: el año pasado volvió a crecer en España en 2017. En concreto, lo hizo en un 5’7 % según informó el diario ABC a través de un artículo publicado el 9 de marzo de este año.
Ahora que la crisis está pasando y que el sector vuelve a estar en la tesitura de emplear a más gente, vuelven a escena una serie de asuntos que se habían olvidado en los últimos tiempos y que no por ello requieren de menos importancia y atención que el resto. Más bien, la situación es totalmente la contraria, porque, en efecto, los posibles riesgos laborales que entraña trabajar en este sector son muchos y muy variados. Y es que este es un buen momento para recordar las claves de la seguridad y la salud en la industria del hierro y del acero que recoge la Organización Internacional del Trabajo en su página web.
El sector de la industria y del acero ha recuperado buena parte de su potencial perdido en los últimos años y vuelve a tener la fuerza necesaria para anunciar, ante todos los actores externos y a las propias personas que integran su sector, esas medidas que ayuden a que el trabajo sea más seguro en esta clase de instalaciones. Una de las cuestiones que las empresas del sector que más ha publicitado e implementado en los últimos meses ha sido la del uso de cámaras termográficas en el interior de los hornos, según nos han contado desde Ibertronix, una de las empresas que más años de relación acumula con el sector.
Prevenir cualquier tipo de riesgo, más vigilado que nunca
Por suerte, vivimos en uno de los momentos en los que más se ha puesto el foco en evitar tragedias en este tipo de trabajos. Son muchas las personas que han resultado heridas y que incluso han muerto como consecuencia de un mal uso de los materiales de protección o de su completo desconocimiento.
La publicidad es, precisamente, uno de los medios que más pueden ayudar a que se dejen de producir este tipo de sucesos. Sólo a través de elementos como la comunicación se puede hacer posible que todos los empleados se enteren a la perfección de los procesos y acciones que deben realizar para estar completamente a salvo dentro de esta labor. Eso, y los sistemas termográficos de visión del interior de hornos, así como demás maquinaria industrial, puede hacer posible que no se produzcan más desgracias en lo que atañe a este sector.
A buen seguro, en el futuro se seguirán desarrollando toda clase de procesos y de materiales que contribuyan a que desaparezca la tasa de incidencias y de mortalidad. Ojalá que en el resto de sectores laborales la situación sea la misma. Lo que une a unos y a otros es que pueden encontrar en la publicidad un medio común para tratar de hacer ver todo lo que venimos contando en este artículo y que tan importante es para tratar de mantener la normalidad en el trabajo.