Muchos estudios científicos han comprobado que la alimentación de la madre durante el embarazo tiene una relación directa con el crecimiento del bebé. Es muy importante una correcta alimentación, un peso adecuado durante la gestación y evitar tóxicos ambientales. Durante el embarazo, muchas mujeres deciden cuidar más su alimentación, porque quieren ofrecer reservas nutricionales suficientes para el crecimiento y desarrollo del bebé. También quieren cuidar el medio ambiente, ya que les preocupan el mundo en el que van a vivir sus hijos.
Los expertos explican que si es aconsejable la introducción de productos ecológicos durante el embarazo. Estos alimentos se han producido respetando los ciclos naturales de las plantas y los animales.
Los alimentos ecológicos proceden de una agricultura y ganadería sostenible, por lo que no se utiliza ningún tipo de abono químico durante su producción.
El cultivo es mucho más respetuoso con el medio ambiente. Hay un control de plagas con procesos términos naturales. Los profesionales de Suministros Agrícolas Ecológicos explican es muy importante la salud del suelo, para obtener cultivos sanos, y por ello han desarrollado un asesoramiento técnico que recomienda utilizar soluciones de origen biológico para la nutrición y protección de los cultivos.
Estos alimentos están libres de conservantes, aditivos sintéticos y antibióticos. Además, son más sabrosos y con más propiedades antioxidantes.
Los científicos de la Harvard T. H. Chan School of Public Health, de Boston, han comprobado que las mujeres que consumen frutas y verduras cargadas de pesticidas tienen más problemas de infertilidad. Si estás intentando quedarte embarazada es aconsejable que comas sano, sobre todo, alimentos ecológicos.
La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) recomienda el ácido fólico, porque es uno de los nutrientes esenciales durante el embarazo.
El ácido fólico se puede encontrar en verduras de hoja verde como los espárragos verdes, brócoli, espinacas, acelgas o lechuga. También está en los cítricos, aguacate, legumbres, frutos secos o cereales integrales.
La SEGO informa que la ingesta de folatos junto con complejos multivitamínicos durante el embarazo, reduce la incidencia de malformaciones y la aparición de problemas neurológicos.
DHA
El DHA (ácido docosahexaenoico) es un ácido graso poliinsaturado de la serie omega-3. Durante el embarazo y la lactancia, es aconsejable consumir una ración de pescado azul de dos a tres veces.
El Omega-3 se encuentra en los pecados azules, algas, semillas y algunos frutos secos. Se recomienda para las embarazadas un aporte de 200 mg diarios de DHA. Este compuesto contribuye al normal desarrollo cerebral y visual del feto.
Yodo
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el déficit del yodo es una de las principales causas de problemas neurológicos en recién nacidos.
Es difícil de alcanzar sólo a través de la alimentación, por lo que la mayoría de especialistas recomiendan la suplementación antes del embarazo, durante la gestación y la lactancia.
El yodo se puede encontrar en la sal, los lácteos, los mariscos o algunos pescados como el bacalao, el atún o las almejas, en las algas, algunos cereales y en la mayoría de frutas.
Vitamina D
Durante el embarazo se puede producir un déficit de Vitamina D, porque con los cambios de la piel, es recomendable evitar la exposición al sol o utilizar protección solar.
Esta vitamina se encuentra en los lácteos y pescado azul. Este micronutriente es muy importante para la mineralización ósea, también para la función del sistema nervioso, muscular e inmunitario.
Hierro
La OMS aconseja la suplementación oral para reforzar la ingesta de hierro durante el embarazo, con el objetivo de evitar la aparición de anemia.
Puedes encontrar el hierro en las legumbres, tofu, pasas, higos, albaricoques, patatas, brócoli, carne roja, dátiles, ciruelas, remolachas, vegetales de hoja verde, panes integrales o cereales.
El agua
La bebida más recomendable es el agua, sin embargo, no son aconsejables las bebidas azucaradas ni las que contienen gas o sustancias excitantes.
La futura mamá debe evitar el café, el té o las colas. Tampoco puede beber alcohol, porque puede afectar al correcto desarrollo del feto.
¿Cuáles son los alimentos que hay que evitar durante el embarazo?
Se debe prescindir de la carne de caza y sus derivados como la perdiz, la liebre, el ciervo o el jabalí, porque puede contener altos niveles de plomo.
También hay que evitar el pez espada, atún rojo, lucio, tiburón y cabezas de marisco, por el alto contenido en mercurio y cadmio. Las embarazadas deben evitar el exceso de grasa, por lo que el aceite de oliva es más saludable para cocinar.
Tampoco pueden comer jamón serrano ni abusar de alimentos que
contienen un alto nivel de acrilamida, como las galletas, patatas fritas, el cacao o los cereales.
Estos alimentos pueden provocar un menor peso del bebé al nacer y una menor circunferencia de su cabeza. La acrilamida es una sustancia química que se forma al freír a altas temperaturas, asar, tostar u hornear alimentos ricos en carbohidratos.