Siempre hemos dicho que la enseñanza es una de las grandes claves para que la sociedad tenga futuro. Y es que, sin enseñanza, no hay futuro. No podemos construir una sociedad que se supone que está en constante progreso si no le damos las herramientas a la gente para que se vaya desarrollando desde el punto de vista personal y laboral. Y esa ha de ser siempre una labor que esté en la mente de las personas que ostentan el poder y que van a organizar todo aquello que sea necesario para garantizar esa enseñanza a cualquier persona.
Cuando hablamos de este tema, siempre nos imaginamos los colegios, los institutos o las universidades llenas de gente y hablamos de asignaturas o conocimientos como Lengua, Matemáticas, Sociales, Historia… Pero la verdad es que hay muchas más cosas de las que tenemos que estar pendientes. No solo se aprende en los centros educativos, sino que ese aprendizaje trasciende a prácticamente cualquier lugar de nuestros pueblos y ciudades. Por tanto, no se debe subestimar absolutamente ningún punto en este sentido porque podríamos arrepentirnos más pronto que tarde. Las actividades extraescolares pueden llegar a ser, por ejemplo, mucho más fructíferas y estar mejor impartidas que las clases escolares de la mañana.
Uno de los ámbitos educativos en los que mejor se puede apreciar aquello que estamos comentando es la música. Todos y todas sabemos que existe una asignatura de música que se desarrolla durante la educación primaria y que también tiene repercusión durante la educación secundaria. Sin embargo, no es una asignatura a la que se le atribuya demasiada importancia, para qué nos vamos a engañar. Por tanto, muchas de las personas que se ven interesadas en ella tienen que buscarse la vida para aprenderla de verdad a través de clases extraescolares.
No son pocas las personas que se han lanzado a ese cometido. La verdad es que la música tiene suficientes razones para llamar la atención de la gente y que haya personas que quieran aprender a tocar un instrumento en concreto. Es verdad que requiere de un esfuerzo y que exige ciertas dosis de ilusión por parte de aquellas personas que se encuentren interesadas en ella, pero el resultado de todo esto resulta claramente gratificante. Y es que aprender música no es como aprender cualquier otra cosa que sea meramente teórica o que tenga algo de práctica. Para nada. Aquí, el componente práctico es el fundamental.
Es verdad que estamos hablando de una actividad que tiene cierta dureza. Una noticia que fue publicada en la página web de El Confidencial se refería a las enseñanzas oficiales y regladas en música como algo que se empieza con ocho años y que nadie acaba. Desde luego, hay gente a la que le pasa eso y que se desanima porque suelen ser estudios duros y que exigen vocación. Pero ya os decimos que no estamos hablando de cosas que sean imposibles de conseguir. Solo hay que mostrar un interés verdadero en un asunto como este.
Incluso os diríamos que no es imposible aprender a tocar uno de los instrumentos más puros y más elegantes de todos cuantos existen. Hablamos del que va a ser el protagonista de este artículo de aquí en adelante: el piano, y que es una verdadera joya para la música de cualquier tipo de género. De hecho, en muchas composiciones musicales es un instrumento necesario y que potencia las virtudes de las diferentes bandas que se atreven con él. En el rock, baladas como November Rain de Guns N’ Roses o Love of my Life de Queen disponen de la ayuda de un piano y el resultado es simplemente épico. En el pop está incluso más presente. Y ya no digamos en la música clásica.
El piano ha encumbrado a muchos genios. Y es que este es uno de los instrumentos que más impresión genera en lo que respecta a un arte como del que estamos hablando. No cabe la menor duda de que el piano es un invento de los Dioses y que su sonido es capaz de amansar a las fieras y de convertir la vida humana en algo que merece todavía más la pena.
El piano, a su vez, se ha convertido en una de las referencias en lo que tiene que ver con la enseñanza de la música. Cada día, miles de personas en todo el mundo tratan de desarrollarse en este sentido y procuran convertirse en la nueva sensación del mercado de la música. ¿Cómo lo hacen? ¿En quién confían para ello? Viendo la web de Clases de Piano, hay dos elementos que nos parecen clave en este sentido: la procedencia de quien enseña. Ya sabéis que hay países en los que el piano constituye una tradición más arraigada que en otros. Rusia es uno de los países en los que mayor tradición existe y la persona que se encuentra a cargo de esa web es Rusia. Por otro lado, la experiencia de la persona que se encuentra a cargo de las clases es otro grado.
También es importante que, en un tipo de enseñanza como de la que estamos hablando, la persona que está aprendiendo tenga la mayor de las facilidades a la hora de elegir el tipo de clase que prefiere: online, a domicilio o presencial en el espacio asignado por el profesor o profesora. Esto tiene una mayor importancia de lo que puede parecer porque ofrecer facilidades de este tipo tiene una incidencia directa en lo que el alumno a alumna sea capaz de retener y en el desarrollo de su talento.
Todo lo que tenga que ver con aumentar la cantidad de personas que sabe tocar el piano es muy importante porque hará posible que la calidad de la música de nuestro país mejore. Y eso siempre es positivo para la cultura, una cultura que siempre es necesario promocionar y que no cabe la menor duda de que constituye una de las máximas señales de identidad de cualquier país o de cualquier otra zona del mundo.
Un instrumento que, además, potencia la salud de las personas
¿Alguna vez habéis llegado a pensar que la salud es una de las principales beneficiadas de que empecemos a tocar un instrumento musical? La verdad es precisamente esa y no cabe la menor duda de que ese es motivo más que de sobra para intentar ponerse manos a la obra si lo que nos gusta es ponernos delante de las teclas, del micrófono, de las cuerdas de nuestra guitarra o bajo o de cualquier otro instrumento que sea de nuestro interés tocar.
El piano es uno de los mejores ejemplos que podemos poner para hablar de interpretar música como medio de mejora de nuestra salud. Una noticia que fue publicada en la página web del diario La Razón ponía de manifiesto que este es el instrumento que permite que el deterioro de nuestro cerebro sea más lento. Teniendo en cuenta la importancia de la que dispone un elemento del grupo como este, estaréis de acuerdo con nosotros en que todo aquel al que le guste tocar el piano tiene mucho más que un tesoro en su mano.
Y eso por no hablar de la autoestima. La música, bien enseñada y bien aprendida, es una de las mejores maneras que tenemos para motivarnos. ¿Acaso no nos deja satisfechos el hecho de ver cómo, día a día, vamos aprendiendo cosas nuevas y vamos dominando cada vez más un instrumento musical, con lo que eso conlleva? ¿No refuerza eso nuestra moral y las ganas de seguir aprendiendo y continuar demostrando todo lo que valemos? Este es un arma muy interesante que tenemos que poner en valor y, sobre todo, en práctica. En un alumno, sobre todo si no tiene una edad muy avanzada, esto es lo que le anima a seguir.
Por supuesto, también es necesario que no existan agobios de ningún tipo. Aprender a tocar un instrumento no es necesario para obtener la enseñanza obligatoria, así que conviene no agobiarse con este tema. Hay que irradiar tranquilidad para no contagiar al alumno de lo contrario. Siempre es más eficaz apostar por esa tranquilidad que hacerlo por el aprendizaje rápido. Las prisas no son buenas en muchos de los campos de los que se compone la vida y la enseñanza no iba a ser menos.
La música ha sido y seguirá siendo uno de los inventos más espectaculares del ser humano y debemos hacer todo lo posible para que siga habiendo personas interesadas en componerla y en producirla. La música tiene la gran capacidad de unir a la gente y de hacerla disfrutar, haciendo con ello que olvide algunos de los problemas que forman parte de su vida diaria. Es una manera de potenciar la felicidad de la gente y no podemos permitir perderla bajo ningún concepto. Sin música, el ser humano está un poquito más muerto, es un poco menos humano. Y lo que eso quiere decir no es en absoluto positivo.