Dicen que la fe mueve montañas. Estando completamente de acuerdo con esta frase, nos aventuramos a decir que hay algo que mueve más montañas que la propia fe: el deporte. Es indudable que este asunto hace que millones de personas en todo el mundo disfruten y pasen realmente un buen rato, sea desde el punto de vista del seguidor o desde el del practicante. Y sin importar el tipo de deporte que se practique. Pocas cosas existen que generen un fervor y una religión más grande que el deporte.
En España, además, este fenómeno es especialmente importante. Cada vez que llega el fin de semana, nuestro país se transforma en una lucha de colores en miles de campos de fútbol y miles de pabellones. Rara es la persona que no está atenta a lo que ocurre en alguno de esos lugares durante un sábado o un domingo. El deporte mueve masas y esto hace que, para la publicidad, sea una de las mejores elecciones habidas y por haber.
La sección Crónica Global, del diario El Español, informaba hace algún tiempo de que los españoles comenzábamos a engancharnos al deporte, algo que sin duda es una buena noticia porque ya no somos simples aficionados, sino que hemos decidido tomar parte activa en este maravilloso mundo del deporte para cuidarnos o disfrutar de nuestro tiempo libre. España, según los datos que manejaba ese artículo, ya se situaba por encima de la media de la Unión Europea. Ya éramos el décimo país en el que más tiempo se le dedicaba a la práctica deportiva. Ni tan mal.
Esta situación permite entender a la publicidad deportiva desde otro punto de vista al que no estábamos tan acostumbrados: la publicidad que tiene como público objetivo no al aficionado, sino al deportista. Entidades como Nike o Adidas han sabido hacer, desde siempre, una mezcla perfecta entre estos dos modelos de publicidad y es precisamente por eso por lo que adaptarse a ese cambio les ha resultado tan sencillo, tan simple. Y claro, eso se traduce en dinero, en beneficios y en influencia. Todavía más influencia de la que ya tenían dos marcas como estas previamente.
Hoy en día, son muchos los clubes deportivos privados que tratan de aumentar su número de socios a través de una herramienta como lo son sus instalaciones. La calidad de las infraestructuras de un club o de una entidad siempre ha sido un argumento a su favor, y en la actualidad es de lo que más presumen los equipos de fútbol, los clubes de tenis y pádel e incluso entidades como lo pueden llegar a ser los Ayuntamientos. Y es que una puesta en escena como la que se desprende de unas instalaciones de última generación es fundamental para hacer una buena publicidad y captar clientes o socios.
Los deportes más populares, en los que más se invierte en instalaciones y los que cuentan con un mayor patrocinio
Hay formulas que no fallan. Que la modernidad en las instalaciones deportivas conduce a los clubes que las poseen a mayores ingresos en publicidad es una de ellas. Un artículo publicado en el portal web Soria Noticias clasificaba a los deportes que más se practicaban en nuestro país. Los tres primeros eran el ciclismo, el fútbol y el pádel. El segundo y el tercero se han venido caracterizando por una mejora constante en sus instalaciones en los últimos tiempos. Y eso explica, en buena medida, su popularidad.
De los 20 clubes que componen en la actualidad la Primera Division española, varios han acometido reformas en sus estadios, tienen pensado hacerlo o, directamente, han cambiado de sede en los últimos años. Ellos son el Espanyol, el Athletic, el Real Madrid, el Betis, el Atlético, el Girona, el Huesca, el Rayo Vallecano, la Real Sociedad o el Celta de Vigo. Esos cambios son publicidad en cuanto al efecto llamada que ejercen entre sus aficionados y en cuanto a la llegada de nuevos patrocinadores e inversores. Todos esos clubes que se han mencionado sabrán a la perfección de qué va esto.
En cuanto al pádel, su difusión ha venido de la mano de los Ayuntamientos, que en vista del aumento del número de personas que lo practican han decidido fomentar la construcción de pistas de primera calidad, algo que por supuesto no ha pasado desapercibido entre sus practicantes y tampoco entre sus patrocinadores, cuyo número ha crecido de una manera exponencial de un tiempo a esta parte.