La brucelosis es una enfermedad conocida por múltiples nombres, entre los que se encuentran la fiebre de Malta, fiebre mediterránea, fiebre ondulante, fiebre Melitensis, fiebre de Traum, fiebre de Chipre, fiebre caprina, fiebre de Gibraltar, fiebre sudoralis o enfermedad de Bang. Es una zoonosis, es decir, una enfermedad infecciosa propia de los animales que portan la bacteria denominada brucella y que se puede transmitir a los humanos si entran en contacto con carne cruda o poco cocinada, placenta de animales infectados, así como a través del consumo de leche, queso u otros productos lácteos que no hayan sido pasteurizados. A través de un corte o una herida la bacteria puede llegar al torrente sanguíneo de las personas, así como a través del semen o la sangre del animal y en menor grado de probabilidad también se puede transmitir por el aire o por contacto directo con animales infectados. La brucelosis afecta a muchos animales salvajes y domésticos como vacas, cabras, ovejas, cerdos, perros, camellos, etc. Las personas que tienen un mayor riesgo de contraer la enfermedad son trabajadores de mataderos, veterinarios, técnicos de laboratorio y granjeros.
En su inicio, esta enfermedad puede ser algo complicada de identificar porque sus síntomas son comunes a otras enfermedades, entre ellos se puede dar fiebre, dolor abdominal, dolor de espalda, tos, escalofríos, sudoración excesiva, fatiga, dolor de cabeza, dolor articular y muscular, pérdida de peso, aumento del tamaño del hígado, del bazo, etc. Algunos de estos síntomas pueden desaparecer durante un tiempo y volver a aparecer después. El diagnóstico se realiza mediante técnicas de aislamiento de la bacteria, presencia de anticuerpos, análisis de orina, etc. Una vez detectada la enfermedad su tratamiento consiste en la administración de antibióticos durante, al menos, seis semanas para tratar la infección y prevenir su reaparición, puesto que esta enfermedad puede aparecer y desaparecer llegando a convertirse en crónica y durar años. Si el tratamiento es el correcto el pronóstico es bueno, ya que tiene un índice de mortalidad muy bajo, inferior al 1 %.
En el caso de surgir complicaciones esta enfermedad puede afectar a cualquier parte del cuerpo, algunas de las posibles complicaciones pueden ser:
- Endocarditis infecciosa. Inflamación del revestimiento interior de las cámaras y válvulas del corazón, pudiendo llegar a destruirlas. Es una de las complicaciones más graves y la principal causa de muerte.
- Inflamación e infección de los testículos, lo que se conoce como orquiepididimitis, lo que provoca un dolor muy intenso.
- Espondilitis o inflamación de las articulaciones entre las vértebras de la columna vertebral o entre la columna vertebral y la pelvis.
- Artritis o inflamación de las articulaciones especialmente las rodillas, caderas, tobillos… que cursa con un gran dolor y rigidez.
- Inflamación de las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal.
Para prevenir la brucelosis es necesario el tratamiento adecuado de los alimentos lácteos y productos derivados de animales potencialmente contaminados, así como las medidas de higiene, protección y precauciones a la hora de trabajar con animales. Del mismo modo, cuando se monta una explotación ganadera y nos dejamos asesorar por expertos, todo el mundo coincide en que las condiciones de higiene y salubridad han de ser óptimas, puesto que de lo contrario podríamos infectar a cientos de personas si sale un lote de animales infectados. Por ello, a la hora de escoger los mejores productos para una explotación, nosotros no lo dudamos ni un segundo y os recomendamos que optéis por acudir a Generadores Bonanza, ya que esta empresa familiar con más de 30 años de experiencia en el sector agrícola, ganadero e industrial conoce a la perfección todos los entresijos de la ganadería, de ahí que sus productos estén perfectamente sellados para impedir contaminación alguna de los animales.
¿Qué otras enfermedades existen de origen bacteriano?
Otras enfermedades zoonóticas de origen bacteriano son:
- Producida por la bacteria Bacillus anthracis, en los humanos compromete con mayor frecuencia la piel, el tracto intestinal o los pulmones.
- Peste bubónica o peste negra. Se transmite principalmente por las pulgas, se denomina así por los nódulos linfáticos hinchados o bubones que se desarrollan en la ingle, axila o cuello del tamaño del huevo de una gallina, siendo sensibles y firmes a la palpación.
- Causada por la bacteria salmonella, según la Organización Mundial de la Salud son los reptiles junto con los pájaros los portadores principales, cuyo síntoma principal es la infección intestinal.
- Producida por el Mycobacterium tuberculosis que se disemina a través del aire cuando una persona tose, habla, estornuda… suele atacar a los pulmones y a otras partes del cuerpo.
- Borreliosis o enfermedad de Lyme. Causada por la bacteria Borrelia burgdorferi y producida por la picadura de garrapatas, los síntomas son erupción en la piel, dolor en las articulaciones, problemas neurológicos…