El mercado de la venta de vehículos no está pasando por su mejor momento, aunque pueda parecer lo contrario con la gran cantidad de nuevos modelos que salen al mercado con variedad de componentes electrónicos y funciones inteligentes muy interesantes que se pensarán imposibles de rehusar por el consumidor. Pero, que la verdad es que esto lo que hace es que se haya generado una crisis de chips que provoca retrasos de hasta 6 meses o más para que estos adquieran sus vehículos.
La verdad es que es lo que está reinando ahora es el conductor de vehículos de ocasión, que es una alternativa más barata, y más rápida, para los consumidores que necesitan un coche pero que no tienen como invertir en la compra de los nuevos vehículos tecnológicos de hoy en día, o que aún no se deciden en cual modelo invertir aún, además de las muchas restricciones que hay hoy en día para los coches de combustión en las ciudades y que hace que los consumidores se piensen dos veces si invertir en un vehículo que no van a poder llevar a todos lados.
No obstante, aunque este sector es el que está reinando, también está experimentado una caída de un 17,2% menos en la venta de vehículos de segunda mano, siendo que este es el que domina últimamente por encima de la adquisición de vehículos nuevos. De hecho, los datos en materia arrojan que se venden 2,7 vehículos de ocasión por cada uno que es nuevo.
Ahora, la duda que nace es ¿cuál es el motivo para esta baja en el sector? ¿ quizá los coletazos de la pandemia de los que aún no se han podido recuperar? ¿consecuencia de la ley de la oferta y demanda?
Las consecuencias del covid aún se sienten en el sector automovilístico
La respuesta en simple, si. Toda esta baja en el sector contesta al tiempo de la pandemia en el que todos los procesos de las empresas se detuvieron y a algunas les está costando más retomar sus actividades y su rendimiento que a otras.
En palabras de Gabriel Jiménez, experto en el sector y director de publicaciones de Motor en Axel Springer España, empresa editora de Business Insider España, en una entrevista para dicho medio:
«Es una tormenta perfecta. Con el confinamiento se para de golpe la fabricación de chips, se quemó una fábrica en Tailandia, las factorías echaron a gente por la falta de pedidos y esas ausencias no se han cubierto. A esto se une la crisis derivada de la pandemia y que faltan materias primas»
Así, es que los consumidores no les queda de otra que migrar hacia el sector de la adquisición de vehículos de ocasión para no tener que esperar 6 meses o más por la llegada de su coche nuevo, pero entonces ahí también se encuentran con un problema: no hay suficientes coces de ocasión para todos:
«Como empresas y alquiladoras (rent a car) no están pudiendo renovar flotas por la crisis de los microchips, no se están inyectando vehículos jóvenes a la oferta del mercado de ocasión. Esto explica que las ventas de usados de menos de un año cayeran un 23% en octubre y los modelos de entre 1 y 3 años cayeran un 42% ese mes», revela a Business Insider España Tania Puche, de la patronal de comercializadoras Ganvam.
Los consumidores que necesitan un vehículo con urgencia y no pudieron resolverlo de las dos formas anteriores, se deciden a buscar vehículos más viejos pero que les brinden disponibilidad e inmediatez. Y es que los expertos en trámites de compra y venta de vehículos, tanto para empresas como para particulares, de Tramites Vehículos Online nos comentan que en España se siguen vendiendo muchos vehículos antiguos: los modelos de más de 15 años son el 35% del mercado de ocasión: 56.696 unidades.
Y al parecer esta tendencia se mantendrás ya que el problema parece continuar: «La debilidad de las matriculaciones de vehículos nuevos de los 2 últimos años, acentuada en los últimos meses, está impidiendo que se genere stock de vehículos de 0 a 5 años», explica desde la patronal de concesionarios Faconauto Raúl Morales.
Un momento de oro para vender
Aunque todo pinta mal para el sector, el buen emprendedor puede ver posibilidades donde otros ven problemas, por lo que muchos particulares están encontrando una mina de oro en este momento de la historia automovilística.
Hablamos de los vendedores de coches usados, que ahora tienen a su disposición cientos de compradores deseosos de adquirir su coche para evitar tener que lidiar con los tiempos de espera de los concesionarios o para no conseguir el callejón sin salida de la falta de vehículos de ocasión.
Así, esta solución que ofrecen los vendedores de vehículos de segunda mano tiene un precio, y uno alto. De hecho, el precio promedio de mercado de un vehículo de hasta 5 años de antigüedad ha subido un 15,5%, de 16.864 a 19.477 euros, según datos de Coches.com.
«Antes, los coches de ocasión eran la opción de alguien que no se podía comprar uno nuevo. Ahora todo el mundo se está viendo abocado al coche de ocasión… Como no se hicieron operaciones de rent a car o de flotas, el mercado está reducido a la mínima expresión. Hay poca oferta disponible y está cara», añade Gabriel Jiménez.
Pero, también, por otro lado están los importadores que se encargan de traer coches nuevos a España para venderlos de forma inmediata, pero sin embargo, tampoco es que la subida en este tipo de negocios haya subido tanto como para que se considere algo significativo.
El mercado de los coches de segunda mano
Esto nos lleva a hablar con más detalle sobre la compra y venta de coches de segunda mano ¿es una buena opción?, ¿cuáles son los pros y contras?
Aunque esta opción siempre ha gozado de tener como ventaja principal los precios más económicos del mercado y muchas veces a cambio de un coche de buena calidad y no tan viejo, hoy en día, la característica más atractiva es que podrás conseguir un coche, así de simple, muchas veces es la única solución.
No obstante, uno no se debe olvidar de todas las medidas que hay que tomar antes de adquirir un coche de segunda mano, para evitar que caigamos en estafas, timos, o nos vendan un coche con la promesa de que es de calidad y que al mes comiencen a aparecer cientos de fallas irreparables a raíz del uso que se les dio.
La crisis va para largo: una reflexión y un consejo para el consumidor
El consejero delegado de Intel, Pat Gelsinger, ya dejó claro este octubre que su previsión es que esta situación no se equilibrará hasta 2023, y el primer fabricante mundial, la compañía taiwanesa TSMC se plantea aumentos de precios en algunos de sus productos. Incluso la propia maquinaria del sector ha subido de precio por la escasez, por lo que incluso, cuando los tiempos de espera se reduzcan y haya más disponibilidad de vehículos, los consumidores tendrán que enfrentarse entonces a los altos precios a los que estos se ofrecerán en el mercado.
Por otro lado, están los fabricantes de automóviles que se están planteando comenzar a producir sus propios chips, como Hyundai, pero esto también tomará su tiempo.
«En el Salón del Automóvil de Barcelona de este septiembre, el sentir de las marcas es que la cosa pinta mal para 2022, para nada va a ser mejor», asegura Gabriel Jiménez.
Por ello, tanto el consumidor como el fabricante deben realizar una reflexión que ayude a aumentar la compra y venta del sector. ¿Seguirán produciendo estos coches super futuristas con alta tecnología que está costando tanto traer a los concesionarios o apostarán por coches con menos tecnología que puedan vender en un plazo menor?
No sabemos que decidirán las marcas, pero quizá quieran apostar por coches con menos tecnología pero que puedan estar disponibles en menor tiempo posible, y así, te toque comprar un coche que quizá no cuente con pantalla táctil u otras facilidades a las que ya se están acostumbrados los clientes.
Para muestra un botón, y es que tenemos a la marca alemana BMW que ya ha decidido dejar de incluir pantallas táctiles en algunos de sus modelos como la solución a necesitar menos chips y aumentar su producción. Mientras que, aun se espera la decisión de General Motors, Mitsubishi o Peugeot, por mencionar algunas más.
En el caso de Hyundai o Kia, estas tienen ventaja, ya que trabajan con un menor número de acabados en sus modelos, lo que facilita la fabricación y permite una mayor agilidad en los tiempos de producción y entrega de los coches.
Solo que, mientras todo esto se resuelve, el consumidor deseoso y urgido de adquirir un coche se pregunta qué hacer.
Los dos mejores consejos que da Jiménez son:
“Buscar más allá de las grandes ciudades —en Madrid puede estar complicado y a lo mejor vas a Zaragoza y encuentras chollos o unidades— y tratar de hacer la compra en una marca en lugar de a un particular —aunque este es el canal favorito de los españoles y acumula el 68% de las ventas—. Siempre va a salir un poco más caro, pero tiene más garantías».