Echando un vistazo a la historia de nuestro país, podremos comprobar cómo el sector de la construcción se erigió en uno de los más importantes durante el siglo XX, especialmente en la segunda mitad del mismo, en la que este asunto se puso de manifiesto gracias al crecimiento de las ciudades, los lugares de costa y el turismo. Estábamos hablando, sin duda, de la actividad económica que más personas empleaba y que más dinero movía. Así fue hasta la crisis económica que llegó a nuestras vidas en el año 2007.
Es verdad que el peso del sector de la construcción en el PIB de nuestro país se ha reducido desde entonces. De acuerdo con un estudio que llevó a cabo el portal web Statista, en 2005 el peso de la construcción era de un 10’5%, mientras que en la actualidad se ha reducido a la mitad, a un 5%. Aquí hay que tener en cuenta varios factores. El decrecimiento en estos datos se puede producir por la caída del sector objeto de análisis o por el crecimiento de otras actividades, que es lo que ha venido ocurriendo en España a lo largo de los últimos años. El crecimiento del turismo ha hecho que haya actividades que, incluso facturando lo mismo, hayan perdido peso en el PIB. Lo que viene ocurriendo con la construcción es algo parecido.
Y es que fijaos en lo que apunta una noticia que publicó la agencia de noticias Europa Press en relación a los datos del sector de la construcción en el año 2023: había crecido un 7’2%, una cifra de lo más interesante y que demuestra que este sector hace tiempo que fue capaz de dejar de lado las malas sensaciones que nos dejó la crisis de 2007.
¿Qué ha ido cambiando a lo largo de todos estos años en el sector de la construcción? Las personas que se encuentran al cargo de empresas de este tipo conocen la relevancia de apostar por la eficiencia de cada trabajador en concreto y son conscientes de que una de las maneras de potenciarla tiene que ver con la gestión de los residuos y la suciedad que se va generando en una obra. A fin de cuentas, hacer posible que estos residuos no intervengan negativamente en el proceso de construcción es algo que va a hacer que cada persona trabaje más rápido y que, además, se reduzca el número de accidentes laborales relacionados con esta actividad.
No solo el sector de la construcción se beneficia de la correcta gestión de los residuos que genera su trabajo. Las plantas completas y maquinarias como trituradoras también pueden tener usos en canteras, graveras, metalurgia y sectores en los que se trabaje con un material como el vidrio, tal y como hemos podido aprender echando un vistazo a la web de Smartcrush.
La competitividad es una de las bazas por las que tiene que trabajar una empresa y una de las que le va a conducir al éxito, a la
excelencia en su día a día. Todo lo que tenga que ver con una buena gestión de residuos parece siempre una tarea de segundo orden, de las que no suelen gozar de demasiada importancia, pero lo cierto es que la tiene y mucho. Si la realizamos de una manera correcta, es mucho más fácil que trabajemos de una manera mucho más eficaz y eficiente y que reduzcamos tiempos a la hora de hacer prácticamente cualquier cosa.
Gracias a la tecnología, se pueden reforzar muchos de los aspectos que tienen que ver con la recogida de los residuos que se generan en el entorno de trabajo que está ligado a la construcción y hacer posible de esa manera que la eficiencia de cada trabajador sea más alta. Contar con los medios tecnológicos y la maquinaria para hacerlo posible es una condición indispensable para que una empresa pueda competir con el resto de entidades de su sector. En caso de que la situación sea la contraria, es evidente que vamos a tener muchos más problemas para sacar adelante cualquier intento de hacer mejor el trabajo de nuestra plantilla y potenciar el beneficio de nuestra empresa.
Además, y teniendo en cuenta que la generación de residuos y suciedad es una de las constantes en negocios como la construcción, cobra si cabe más importancia todo lo que pueda hacer que se organice mejor todo lo que tiene que ver con su gestión. Ni que decir tiene que la seguridad va a reforzarse gracias a esto y que todas las mejoras que se implementen en relación a este campo deben ser tenidas en cuenta e implementadas por los negocios que se encuadren dentro del sector de la construcción y también de otros de los que también hemos hablado, como son los casos de la minería o la metalurgia.
¿Es la construcción un negocio con futuro en España?
Es una pregunta que seguro que mucha gente sea feliz teniendo en cuenta que todavía existen muchos edificios ya construidos en España que se encuentran deshabitados.
La respuesta es que sí, que la construcción es un negocio con bastante futuro en España pero que ha tenido que cambiar su enfoque durante los últimos años, promoviéndose en su seno la rehabilitación de edificios en lugar de la construcción de nuevas viviendas. Teniendo en cuenta que buena parte del parque de viviendas de nuestro país ya estaba bastante anticuada, esta actividad va a ser fundamental para la comodidad y la seguridad de las personas propietarias de dichas viviendas.
Como no podía ser de otra manera, esa maquinaria de la que hemos venido hablando en los párrafos anteriores va a ser importante en el caso que atañe a las rehabilitaciones de edificios. Ahí también se va a seguir incentivando esa productividad que tan importante resulta para las empresas del sector y que van a tener mucho trabajo de ahora en adelante como consecuencia de esa antigüedad manifiesta del parque de viviendas español, que necesita un lavado de cara.
Es cierto que, en las ciudades, el tema de las rehabilitaciones parece ir por delante que en los pueblos. Es en estos últimos donde va a terminar llegando la mayoría del trabajo en rehabilitación de cara a los próximos años. Basta con dar una pequeña vuelta por muchos de ellos para darnos cuenta de que hay edificios que se encuentran al borde del derribo y que habrá que demoler en algún momento o rehabilitar. Es la realidad en la que nos movemos en muchas localidades y ante la que habrá que actuar más pronto que tarde para proporcionar esa seguridad y comodidad de las que estábamos hablando.
Hay mucho trabajo por delante y está claro que no se debe dejar a nadie sin recibir un servicio como este, que ya es prácticamente obligatorio puesto que las instituciones obligan a que se realicen revisiones periódicas de los edificios que tienen una determinada edad. Por tanto, es evidente que hay que estar muy pendientes de un asunto como este y que siempre hay que tener en cuenta que los edificios son elementos que también se degradan por el simple paso del tiempo, lo cual exige ciertas revisiones y mantenimiento.
Por supuesto, hablamos de edificios de todo tipo. Nos podemos referir a viviendas, pero está claro que otros edificios como lo pueden ser las iglesias, los locales comerciales, los edificios de oficinas… también están sujetos a todo lo que estamos hablando. Por tanto, no cabe duda de que todo lo que tenga que ver con la reforma de edificios nos va a afectar a particulares y empresas. Y, como no podía ser de otra manera, querremos que la empresa que acometa la rehabilitación lo haga de manera rápida y reduciendo al máximo las molestias, algo que se puede conseguir trabajando correctamente con la suciedad y los escombros que se vayan generando.
Una inversión de tiempo y dinero
En resumidas cuentas, os diremos que acometer una rehabilitación como de la que estamos hablando merece que la consideremos como una inversión de tiempo y dinero. De tiempo porque lo que duren las obras nos va a generar mayores comodidades y un mejor aprovechamiento del tiempo futuro dentro de nuestro hogar u oficina. Y de dinero porque, cuanto más tiempo pase hasta que hagamos la reforma, más cara va a resultar y más tiempo va a requerir. Por consiguiente, mayores molestias vamos a tener que asumir en lo que respecta a un proyecto como este.
Hay que tener siempre en cuenta que los edificios, las viviendas, son las principales inversiones que vamos a realizar a lo largo de nuestra vida. Lo verdaderamente importante en este caso es que la labor de mantenimiento permanezca siempre en nuestra cabeza y pongamos todos los medios para evitar el retraso de la degradación de dicho espacio. Aunque los materiales de los que se compone se van a degradar en algún momento, siempre va a resultar mejor que cuidemos del espacio en la medida en la que nos sea posible.