Es un tema que a muchos nos incomoda, pero no podemos evitar pensar: ¿me estará oliendo mal el aliento? Aunque quizás nunca lo hayas notado en ti mismo, es algo más común de lo que parece, especialmente a medida que cumplimos años. ¿Por qué ocurre esto? ¿Es inevitable? La buena noticia es que no siempre tiene que ser así, y hay mucho que puedes hacer para prevenirlo o solucionarlo. Vamos a profundizar en las causas del mal aliento, cómo la edad influye en este problema, y, lo más importante, qué hacer para mantener un aliento fresco y saludable.
¿Por qué el mal aliento se vuelve más común con la edad?
La halitosis, como se conoce científicamente al mal aliento, no discrimina por edad, pero ciertos factores relacionados con el envejecimiento pueden empeorarla. Conforme pasan los años, es más probable que nuestra boca se seque (un problema llamado xerostomía). La saliva juega un papel clave en el mantenimiento de una boca sana porque elimina las partículas de comida y las bacterias. Si no tienes suficiente saliva, esas bacterias comienzan a acumularse y producir compuestos de azufre, los culpables del mal olor.
Además, los problemas dentales son más frecuentes en personas mayores: caries no tratadas, enfermedad de las encías o prótesis dentales mal ajustadas pueden contribuir al problema. Por otro lado, los medicamentos son otro factor importante. Con la edad, es más común tomar medicamentos para controlar enfermedades crónicas, y muchos de ellos tienen como efecto secundario la sequedad bucal.
La buena noticia es que, aunque estos factores se asocian con el envejecimiento, no significa que sean inevitables. Con el cuidado adecuado, puedes mantener tu aliento fresco, sin importar cuántos cumpleaños hayas celebrado.
¿Es el mal aliento siempre culpa de los dientes?
No siempre, pero muchas veces sí. Alrededor del 80% de los casos de halitosis están relacionados con problemas en la boca. Las bacterias acumuladas en la lengua, entre los dientes o encías inflamadas son responsables de la mayoría de los malos olores.
La enfermedad periodontal, que es más común en adultos mayores, puede ser un gran culpable. Cuando las encías se inflaman y se separan de los dientes, crean bolsas donde las bacterias proliferan sin control. Además, los dientes en mal estado o las prótesis mal limpiadas son un caldo de cultivo perfecto para las bacterias.
Sin embargo, no todo se reduce a la boca. Te comentamos otras causas comunes:
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Problemas digestivos
El sistema digestivo juega un papel importante en nuestra salud general, y cuando no funciona adecuadamente, puede manifestarse en el aliento. Estas son las afecciones digestivas más vinculadas al mal aliento:
-Reflujo gastroesofágico (ERGE): En esta condición, los ácidos del estómago suben hacia el esófago, lo que no solo puede causar una sensación de ardor, sino también un olor ácido y desagradable en el aliento. Los gases y partículas de alimentos mal digeridos pueden llegar hasta la boca, contribuyendo al problema.
-Infecciones estomacales, como las causadas por Helicobacter pylori: Esta bacteria, asociada a gastritis y úlceras, puede influir en la calidad del aliento. Estudios han demostrado que eliminar esta infección con tratamiento antibiótico puede mejorar significativamente la halitosis.
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Infecciones respiratorias
El sistema respiratorio está estrechamente conectado con la boca y la nariz, por lo que cualquier infección o inflamación en esta área puede tener un impacto directo en el aliento:
–Sinusitis crónica: Cuando los senos paranasales están inflamados o infectados, pueden acumular moco y bacterias que emiten un olor desagradable. Además, al respirar por la boca debido a la congestión nasal, aumenta la sequía bucal, lo que agrava el problema.
-Amigdalitis y acumulación de caseum: Las amígdalas pueden alojar pequeñas partículas de alimentos, bacterias y células muertas que forman una sustancia blanca llamada caseum o tonsilolitos, que emiten un olor muy desagradable.
-Infecciones pulmonares: Las infecciones profundas, como neumonía o bronquitis, pueden liberar compuestos volátiles que suben por las vías respiratorias hasta la boca. Estos suelen ser más notorios en casos severos o crónicos.
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Enfermedades sistémicas
El cuerpo humano es un sistema integrado, y algunas enfermedades que afectan a órganos importantes pueden manifestarse a través del aliento. Estas son las principales condiciones sistémicas asociadas:
-Diabetes mal controlada: Cuando los niveles de azúcar en sangre están descontrolados, el cuerpo puede comenzar a quemar grasas en lugar de glucosa para obtener energía, lo que produce cetonas. Estas cetonas tienen un olor característico, descrito como a fruta fermentada o acetona, que puede detectarse en el aliento.
-Enfermedades renales: Los riñones son responsables de filtrar toxinas en la sangre, y cuando no funcionan correctamente, las toxinas pueden acumularse. Esto puede provocar un aliento con olor a amoníaco, a menudo descrito como un olor «metálico».
-Problemas hepáticos: El hígado también tiene un papel clave en la eliminación de toxinas. En enfermedades hepáticas graves, como la cirrosis, el aliento puede adquirir un olor dulce o parecido al de frutas en descomposición, conocido como «fetor hepático».
¿Cómo saber si tu mal aliento no proviene de la boca?
Identificar si el origen del mal aliento está fuera de la boca puede ser complicado. Sin embargo, estos signos pueden ayudarle a sospechar:
- Si te cepillas, usas hilo dental y mantienes tu boca limpia, pero el mal aliento persiste, es probable que la causa esté en otro sistema del cuerpo.
- Problemas como acidez, dolor abdominal, congestión nasal crónica o fatiga pueden ser pistas clave para encontrar la raíz del problema.
- Un aliento dulce, ácido o con olor a amoníaco puede indicar una causa sistémica específica.
Si sospechas que tu halitosis tiene una causa más profunda, lo mejor es consultar con un médico, quien puede realizar pruebas para diagnosticar y tratar cualquier problema subyacente. Mientras tanto, mantener una buena higiene bucal sigue siendo crucial para minimizar el impacto del mal aliento, sin importar su causa principal.
¿Qué papel juega la edad?
La edad no es un factor directo para el mal aliento, pero sí influye de manera indirecta. Como mencionamos antes, con el tiempo es más común experimentar sequía bucal, enfermedades dentales y tomar medicamentos que alteran la química de la boca.
Por ejemplo, un estudio demostró que más del 50% de las personas mayores de 60 años reportan algún grado de xerostomía. Esto no solo contribuye al mal aliento, sino que también aumenta el riesgo de caries y enfermedad periodontal, creando un ciclo difícil de romper si no se toman medidas.
Por suerte, muchos de estos problemas se pueden prevenir con buenos hábitos. No hay excusa para resignarse al mal aliento solo porque estás envejeciendo.
Consejos para evitar el mal aliento
En Unova Clínica Dental, donde son expertos en cuidar sonrisas, tienen claro cómo mantener un aliento fresco. Aquí te compartimos lo que nos recomiendan para evitar este problema:
¿Qué debes hacer?
-Cepíllate los dientes después de cada comida: Usa un cepillo de cerdas suaves y pasta dental con flúor. No olvides cepillar también la lengua, ya que puede acumular muchas bacterias.
-Usa hilo dental todos los días: El cepillado no alcanza las áreas entre los dientes, donde las bacterias pueden esconderse.
-Hidrátate bien: Beber suficiente agua ayuda a estimular la producción de saliva.
-Realiza limpiezas dentales regulares: Visitar al dentista al menos dos veces al año es clave para prevenir problemas más graves.
-Usa enjuague bucal adecuado: Busca uno que contenga agentes antibacterianos y que no tenga alcohol, ya que este último puede secar más la boca.
¿Qué debes evitar?
Fumar: El tabaco no solo seca la boca, sino que también deja un olor persistente y contribuye a enfermedades bucales.
Consumir demasiados alimentos dulces: Las bacterias aman el azúcar, y más bacterias significan más mal olor.
Saltarte las visitas al dentista: Aunque creas que todo está bien, los problemas pequeños pueden estar pasando desapercibidos.
Remedios naturales para combatir el mal aliento
Si prefieres soluciones más naturales, te dejamos varios remedios que pueden ayudarte:
–Perejil fresco: Masticar unas hojas después de comer puede neutralizar los malos olores gracias a sus propiedades antibacterianas y su contenido de clorofila.
–Té verde: Este contiene compuestos antioxidantes llamados catequinas, que combaten las bacterias responsables del mal aliento.
–Enjuague de bicarbonato de sodio: Mezcla media cucharadita en un vaso de agua y úsalo como enjuague bucal. Ayuda a neutralizar los olores ya equilibrar el pH de la boca.
–Aceite esencial de menta: Agrega unas gotas en agua y úsalo como enjuague para un aliento fresco al instante.
Los mejores productos para tratar el mal aliento.
Cuando se trata de productos, no todos son iguales. Estos son los más recomendados por especialistas:
- Enjuagues bucales sin alcohol: Busca marcas que incluyan clorhexidina o cetilpiridinio, ingredientes que combatan las bacterias de forma efectiva.
- Cepillos de lengua: Son más efectivos que un cepillo dental regular para limpiar los residuos que se acumulan en la lengua.
- Pastas dentales específicas para halitosis: Algunas contienen ingredientes como el dióxido de cloro, que elimina los compuestos de azufre responsables del mal olor.
No lo dejes estar
El mal aliento puede ser incómodo y afectar tu confianza, pero también puede esconder un problema mucho más grabe que necesite atención médica. Sigue estos consejos y, si el problema persiste, busca otros síntomas y acude a un profesional para descartar afecciones mayores. Tu salud y tu boca te lo agradecerán.