En nuestro país se celebran cada año cientos de fiestas diferentes las cuales pueden ser de temáticas diversas en función de la región en la que estemos, pero si algo tienen en común, es que sus organizadores las llevan a cabo con la intención de que todos los asistentes se lo pasen en grande. Desde fiestas temáticas de diferentes épocas a fiestas gastronómicas, pasando por fiestas de exaltación de diferentes productos, la realidad es que cualquier excusa nos sirve a los españoles para montar una buena fiesta en la que pasarlo en grande. Si bien, si hay territorio fiestero por excelencia, a pesar de la fama de trabajadores que tienen sus habitantes, esta es la comunidad autónoma de Galicia y es que aquí cada año se llevan a cabo cientos de fiestas diferentes en cada una de las cuatro provincias que componen esta tierra. Así, la cultura fiestera gallega es tan amplia que incluso existe un mercado de fichajes entre las orquestas, así como un ranking de cantantes y de formaciones. Es por ello por lo que a lo largo de las siguientes líneas os animamos a conocer un poco más Galicia y sus fiestas.
Galicia es una de las tierras más bonitas para visitar que existe en nuestro país y en la que bien seguro que te perderás en sus fiestas y es, tal y como os decimos, la tradición fiestera de esta comunidad no tiene punto de comparación en ninguna otra del país. En Galicia cualquier excusa es buena para llevar a cabo una fiesta y es motivo de discusión y enfrentamiento entre las diferentes poblaciones que unas lleven mejores o peores orquestas que otras. Es por ello que sabiendo esto a nadie le extraña que exista un mercado invernal de fichajes de miembros de orquestas, así como existan sitios web dedicados en exclusiva a llevar los rankings de las formaciones más valoradas y de las actuaciones que tiene cada uno de los grupos en la comunidad.
Pero la cultura fiestera de Galicia va mucho más allá de las orquestas y es que cualquier excusa o producto es bueno para montar un buen guateque. De hecho, solamente en el mes de agosto, en Galicia se programan casi 900 fiestas diferentes en sus cuatro provincias, algo que, sin duda alguna, no se da en ningún otro punto de España.
Pero más allá de esto, la realidad es que cada una de estas fiestas goza de su particularidad única. Así, una de las más llamativas, sobre todo para los foráneos, se encuentra en el ayuntamiento ourensano de Ribadavia, donde cada año en el mes de agosto se celebra la fiesta de la istoria, una celebración que devuelve a la villa del Ribeiro a otra época de la historia y en la que tanto los ciudadanos como los visitantes se engalanan para vivir una jornada de época en la villa con el barrio judío más importante de España. Así, para poder ir a esta celebración como se merece y se espera, lo más sensato pasa por comprar un traje de época, ya que de lo contrario incluso no se podrá participar en algunas de las actividades que plantea la organización. Es por ello por lo que si vosotros no sabéis donde se pueden comprar vestimentas a la altura de las circunstancias, nosotros os recomendamos que recurráis a Ideal fiestas, donde encontraréis una amplia variedad de artículos de época dentro de su extenso catálogo. Y es que en esta fiesta todo Ribadavia se transforma e incluso los euros dejan de tener valor legal y hay que cambiarlos por maravedíes, la moneda que se usaba antaño y que durante las jornadas que dura la fiesta de la istoria, son la moneda oficial y con la única que se puede pagar.
Las fiestas gastronómicas, las más comunes en Galicia
Galicia es una de las comunidades autónomas de nuestro país donde mejor se come y prueba de ello lo encontramos en que da igual a donde vayamos que todo el mundo coincide en esta afirmación. Es por ello por lo que no es de extrañar que en esta comunidad se celebren decenas de fiestas diferentes en torno a la exaltación de algunos de sus productos más típicos. Así, en la villa de O Carballiño se celebra la fiesta del pulpo, mientras que en Lalín se festeja la del cocido o en A Cañiza la del jamón. Cualquier villa o cualquier producto es perfecto para que sirva como excusa para organizar una buena jornada festiva en torno a un plato de comida.
